IMÁGENES DEL PASADO
La visita a la Filmoteca Vasca de San Sebastián la semana pasada fue una interesante experiencia para los alumnos de la asignatura “Historia del Periodismo”, quienes pudieron disfrutar de las reminiscencias del pasado.
En el interior de la filmoteca, en la sala de almacenaje de cintas de películas, presenciaron una charla sobre el funcionamiento de la misma. Les explicaron la finalidad de este tipo filmotecas en general y de la vasca en particular que es la investigación, recuperación, almacenamiento de archivos y su conservación y en última instancia, la exhibición. La federación internacional de archivos de filmes es la organización mas grande e importante que existe en todo el mundo de archivos de películas. La finalidad de las filmotecas y de las filmotecas vascas es la investigación, recuperación, archivos y conservación y en su caso exhibición.
Según les explicó Peio Aldazabal, "Se tiene la mentalidad de que una filmoteca es una sala de proyecciones". Toda filmoteca debe tener sus fondos dispuestos para que puedan ser visionados, analizado e investigados. La exhibición es el último paso de las filmotecas.
La gente desconoce que en la filmoteca vasca hay exactamente 7 millones y medio de metros de película y 2500 títulos entre copias y negativos originales, que es lo más valioso que poseen. Además, hay una extensa colección de materiales que es importante, algo a lo que no se le da importancia. Un ejemplo de ello, son los rollos de películas familiares. Éstos tienen un gran valor sociológico.
Entre los impulsores de esta tecnología se encuentran los hermanos Lumiere, quienes viajaron por casi todo el mundo para filmar acontecimientos. Las películas de Lumiere antiguas tenían una longitud de 18 metros y duraban 50 segundos de proyección.
Como Peio les mostró a los alumnos de cuarto de periodismo, en la filmoteca de Donostia se almacena una de las auténticas películas de los Lumiere que data del 14 de junio de 1896 y que fue filmada en España por Alexandre Promio y titulada “La llegada de los toreros”. Por último cabe añadir que ésta es una película de nitrato de celulosa de algodón pólvora, un componente altamente inflamable que podría llegar a ser peligroso en manos inexpertas.
Otra de las apasionantes historias que nos contó Aldazabal fue que el cine mudo siempre ha estado acompañado de música o incluso de explicaciones. En los años 50, el material de nitrato de celulosa fue prohibido atendiendo a la normativa de los años 40-50, y fue sustituido por el de acetato de celulosa.
En los archivos de las filmotecas se guardan los negativos originales de largometrajes. Aproximadamente, el 60% de las copias están en un archivo especial en Eibar. El archivo principal de la filmoteca de Donostia donde están los negativos originales de las películas o copias únicas están en el palacio de Urdanibia que está en Irún. Es un palacio del siglo XV que el gobierno vasco restauró hace 30 años.
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Al finalizar la visita, el grupo de alumnos fue conducido a la modesta sala de cine en la que pudieron deleitarse con el visionado de varias piezas audiovisuales donadas a la filmoteca en las que se pudieron ver acontecimientos tan cotidianos como baños en la playa, funerales, bodas, bautizos e incluso la transformación de un barrio chabolista convertido en un barrio con edificaciones modernas en las que podían disfrutar de bienes con los que les fue posible llevar una vida digna.